CUENTO 5. MI VIAJE A ESPAÑA. CAPÍTULO 5°.
CUENTO 5
MI VIAJE A ESPAÑA
CAPÍTULO 5°
Aunque ganaba poco me administraba bien y así fue que aproveché un decreto del Presidente de Venezuela en ese entonces el cruel y sanguinario dictador Hugo Chávez, donde dizque nos iban a beneficiar a los afiliados que nos faltaban completar las aportaciones pagando el resto hasta completar el total para ser pensionados. Qué ilusa al pensar que ésta era una gran oportunidad y que pagando las 30 aportaciones que me faltaban tendría mi vejez asegurada en bienestar y salud. Pagué absolutamente todo y tuve que esperar dos años más para estar en la fatídica lista de pensionados que actualmente sólo llega al cambio de bolívares a dólares a los irrisorios dos dólares mensuales.
Si en ese momento hubiera sólo sospechado que eso iba a pasar ni pagaba esa gran suma de dinero ni me hubiera regresado de España. Mis enfermedades aceleraron mi decisión de regresarme pues ya estaba desempleada y mis hijas y mi amigo Joaquín estaban sufragando mis gastos.
Ya estábamos en el año 2012 y me había ahorrado 13 años de furia contenida contra ese régimen dictatorial de los chavistas quienes lamentablemente siguen en el poder y ya sobrepasaron los 20 años de atraso y hambre del pueblo venezolano. Pero tenía que regresarme pues estaba preocupada que mi pensión no se aprobaba después de dos años, mi hijo me estaba ayudando a los trámites pero pensé que yo personalmente movería algunas cuerdas para que por fin me asignaran esa miserable pensión.
Empecé a hacer los preparativos para el regreso, mis hijas me compraron el boleto de avión y con lágrimas en los ojos me despedí de ellas confiando regresar al año siguiente, pero llevo ya 8 años ansiando verlas, a la menor no la he visto en ese tiempo y con mi otra hija nos reencontramos en el funeral de mis padres hace tres años.
Dejé esa hermosa ciudad con gente soberbia y empoderados como los conquistadores de antaño que aún creen que somos indios que debemos someternos a la Corona Española que hoy por hoy es una de las más corruptas de Europa. Pero las ciudades tienen su encanto así su gente no le haga honor a su grandeza e historia.
Llegué a Venezuela con la esperanza de tener por fin mi independencia económica y luego de muchas idas y venidas y un sinfín de papeleos logré que un mes de noviembre del 2012 empezaran a pagarme mi pensión.
Honestamente pensé vivir bien cubriendo mis necesidades más prioritarias, pero no me alcanzaba ni para hacer un mercado completo. Allí empezó mi calvario en el sistema chavista, rodé y rodé de habitación en habitación y recordé mis constantes mudanzas de departamentos allá en Barcelona donde los arrendadores no sé cuales eran peores si los marroquíes, peruanos, ecuatorianos o españoles. No respetaban la privacidad, robaban la comida que uno guardaba en sus alacenas o neveras, me prohibían llevar a la pareja si la tenía, no permitían visitas y hasta me encontré con dueños de casa acosadores que querían forzar mi puerta para meterse en mi habitación. Lamentablemente la misma historia sufrí en Venezuela recorriendo todo el país en busca de trabajo y un hogar que muchos años atrás había dejado para salir a buscar suerte en otro continente.
Aún sigo buscando trabajo después de padecer 8 años de régimen comunista, sobreviviendo con la ayuda económica que me envían mis hijas desde España, así que puedo decir con orgullo que lo que sembré me dio buena cosecha. Mis hijas están sosteniendo mi humanidad quien sabe hasta cuándo y así termino mi cuento cavilando y soñando volver a donde trabajé, disfruté, lloré y soñé pero ante todo viví.
🏛F I N🏛
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