CUENTO 12. Los Niños de Marte. Capítulo 2°.

 CUENTO   12
LOS NIÑOS DE MARTE 
CAPÍTULO 2°



La educación inicial para los niños era solamente virtual,  no existían escuelas ni aulas de clases, ya que cada estudiante según su edad contaba con una tablet con su correspondiente programa de estudio.

Habían acondicionado jardines y parques para que los estudiantes hicieran sus tareas en un ambiente especial.  Las horas de estudio no podían interferir con sus horas de ocio y sus juegos al aire libre.

Los niños colocaron sus pertenencias en las habitaciones señaladas y luego los llevaron a un gran edificio blanco, el cual estaba destinado sólo para las cocinas, comedores y enormes corredores con estanterías y depósitos refrigerados para preservar los alimentos que eran muy difíciles de sembrar en esa tierra árida cobriza. 

Desayunaron alimentos que ya estaban produciendo en Marte, tales como las papas y el arroz.  También tenían granjas donde criaban pollos, conejos y cabras.  La producción de lácteos eran exclusivamente de las cabras que se habían adaptado mejor al ambiente que el ganado vacuno y caballar.

Las frutas eran pocas, ya que muchas no se adaptaron y no germinaron sus semillas,  pero el cactus que producía sabrosas tunas sí estaban en pleno crecimiento y desarrollo, también el tamarindo, melones y sandías.

Las lluvias eran escasas pero cuando llovía duraba una semana seguida lloviendo día y noche. Para aprovechar el  vital líquido, construyeron unas grandes cisternas con conductos especiales para surtir a  las viviendas, sembríos y granjas.

El segundo día de su estadía los llevaron a visitar el zoológico, que estaba en período de prueba para estudiar las especies que mejor se adaptaban a la vida en el Planeta Rojo.

Empezaron por recluir a serpientes, monos, pájaros y  roedores, tratando de crear una cadena alimenticia artificial hasta que ya una vez adaptados, ellos mismos activaran una cadena alimenticia controlada y eficiente.

Los Océanos, Lagos y Ríos aún non existían en Marte, debido a las pocas precipitaciones y al consumo humano, animal y vegetal.  Sin embargo habían temporadas donde se formaban riachuelos que fomentaban la crianza de sapos y ranas.

Los niños estaban muy contentos viendo los animales, preguntaban si era posible que tuvieran mascotas como perritos, gatos, aves o conejos.  Les dijeron que debían esperar que éstos animales domésticos que los habían traído en éste viaje salieran del período de cuarentena para que se fueran adaptando a su medio ambiente nuevo y diferente.

Pasaron los meses en los cuales los niños se iban acostumbrando a su nueva vida, siguiendo los lineamientos y las leyes impuestas en su Planeta Rojo.  Formaron grupos que se turnarían para cuidar los animales y los sembríos que eran tan extensos que necesitaron de muchas manos para sacar adelante las cosechas de papas y arroz.

Los niños fueron presentados a sus padres adoptivos quienes lloraban de felicidad al ver sus caritas emocionadas y curiosas.  Les tenían preparados nuevos certificados de nacimiento, como si al llegar hubieran nacido nuevamente.

CONTINUARÁ... 👫

Comentarios

Entradas populares de este blog

CUENTO 4. Recuerdos de México lindo y querido. Capítulo 3°.

CUENTO 3. Los Yacimientos de Petróleo. Capítulo 1.

CUENTO 9. Cómo Sobreviví a 60 Mudanzas. Capítulo 3°.