CUENTO 4. Recuerdos de México lindo y querido. Capítulo 3°.
CUENTO 4
RECUERDOS DE MÉXICO LINDO Y QUERIDO
CAPÍTULO 3°
RECUERDOS DE MÉXICO LINDO Y QUERIDO
CAPÍTULO 3°
El día anterior a mi partida me enfermé con una fuerte gripe y se me olvidó por completo llamar a la Aerolínea para justificar que no viajaría en la fecha fijada debido a una enfermedad. Fue así que perdí el vuelo y también mi habitación de hotel ya que el dinero presupuestado para un mes se me había agotado.
Mi flamante príncipe azúl volvió a rescatarme esta vez para llevarme a su casa donde su familia me recibió con los brazos abiertos mientras esperaba nueva fecha para regresar a mi país. Aún hoy después de tantos años agradezco su hospitalidad y afecto. Sus hermanas me regalaron un chal blanco primorosamente bordado por ellas mismas que aún conservo. Recuerdo que ellas me lo enviaron cuatro meses después de mi partida a Ecuador, fue un verdadero trámite engorroso que ese regalo llegara a mis manos.
En el seno de este hogar es donde verdaderamente me integré a las costumbres mexicanas y descubrí el verdadero sabor de su exquisita comida picantosa que no la toleraba muy bien.
Yo ya no quería regresarme y le propuse a él algo que nunca más repetiría en mi vida y que ahora mirando atrás con nostalgia pienso que su respuesta selló nuestro destino para separarnos definitivamente.
Mi flamante príncipe azúl volvió a rescatarme esta vez para llevarme a su casa donde su familia me recibió con los brazos abiertos mientras esperaba nueva fecha para regresar a mi país. Aún hoy después de tantos años agradezco su hospitalidad y afecto. Sus hermanas me regalaron un chal blanco primorosamente bordado por ellas mismas que aún conservo. Recuerdo que ellas me lo enviaron cuatro meses después de mi partida a Ecuador, fue un verdadero trámite engorroso que ese regalo llegara a mis manos.
En el seno de este hogar es donde verdaderamente me integré a las costumbres mexicanas y descubrí el verdadero sabor de su exquisita comida picantosa que no la toleraba muy bien.
Yo ya no quería regresarme y le propuse a él algo que nunca más repetiría en mi vida y que ahora mirando atrás con nostalgia pienso que su respuesta selló nuestro destino para separarnos definitivamente.
Yo no esperé a que el noviazgo madurara y que él llegara arrodillado con un anillo a proponerme matrimonio, simplemente le dije casémonos con mucha seguridad pero él sorprendido me dijo que debíamos esperar, que le diera tiempo para hacer las cosas como Dios manda, quería viajar a Ecuador para pedir mi mano formalmente a mis Padres.
Esa respuesta selló nuestra separación ya que había dejado atrás un amor fallido y quería dirigir mi vida hacia nuevos rumbos junto a mi mexicano.
El día anterior a mi partida su familia me organizó una reunión de despedida, cantamos las rancheras más famosas y las canciones "corta-venas" de Juan Gabriel que estaban de moda en esa época. Lloramos y me prometió que iría a pedir mi mano para casarse conmigo. No dudaba que lo haría pero dentro de mí temía que el destino nos jugara una mala pasada.
Cuando regresé a mi país llena de recuerdos y nostalgia por la separación, seguí mi vida contando los días para volver a reencontrarnos.
Pero mi historia de amor iba a fracasar porque antes de viajar a México ya había tenido una propuesta de matrimonio y hasta con anillo me había comprometido con otro extranjero que volvió a remover las cenizas del amor que sufrió una ruptura antes del viaje.
Volvimos a retomar nuestra fallida relación y pusimos fecha para casarnos. Esto parece una tragicomedia porque faltando apenas una semana para el enlace recibí una carta de mi mexicano enamorado quien formalmente me anunciaba que viajaría a pedir mi mano para casarnos.
Qué tarde llegó la noticia pues yo ya había decidido casarme con otro dejando atrás las ilusiones y planes que se hubieran hecho realidad si él me hubiera tomado la palabra cuando yo le dije "casémonos".
Siempre quise regresar a México ya sea por nostalgia o por revivir un amor perdido, pero el destino no me dió esa oportunidad. Hemos tenido encuentros a través del internet, él hizo su vida y yo la mía.
Esa respuesta selló nuestra separación ya que había dejado atrás un amor fallido y quería dirigir mi vida hacia nuevos rumbos junto a mi mexicano.
El día anterior a mi partida su familia me organizó una reunión de despedida, cantamos las rancheras más famosas y las canciones "corta-venas" de Juan Gabriel que estaban de moda en esa época. Lloramos y me prometió que iría a pedir mi mano para casarse conmigo. No dudaba que lo haría pero dentro de mí temía que el destino nos jugara una mala pasada.
Cuando regresé a mi país llena de recuerdos y nostalgia por la separación, seguí mi vida contando los días para volver a reencontrarnos.
Pero mi historia de amor iba a fracasar porque antes de viajar a México ya había tenido una propuesta de matrimonio y hasta con anillo me había comprometido con otro extranjero que volvió a remover las cenizas del amor que sufrió una ruptura antes del viaje.
Volvimos a retomar nuestra fallida relación y pusimos fecha para casarnos. Esto parece una tragicomedia porque faltando apenas una semana para el enlace recibí una carta de mi mexicano enamorado quien formalmente me anunciaba que viajaría a pedir mi mano para casarnos.
Qué tarde llegó la noticia pues yo ya había decidido casarme con otro dejando atrás las ilusiones y planes que se hubieran hecho realidad si él me hubiera tomado la palabra cuando yo le dije "casémonos".
Siempre quise regresar a México ya sea por nostalgia o por revivir un amor perdido, pero el destino no me dió esa oportunidad. Hemos tenido encuentros a través del internet, él hizo su vida y yo la mía.
Cuando estuve viviendo en España una temporada nos contactamos y él aseguró que iría a visitarme, pero lamentablemente no se hizo realidad esa posibilidad. Él me dice que soy su amor imposible y yo le digo mi amor de juventud. A él le fue bien en su matrimonio, sigue casado y supongo que felíz, por el contrario yo estoy divorciada y sólo me quedaron sueños rotos, pero la vida es así y no podemos regresar el tiempo, ni tampoco podemos asegurar que juntos nos hubiera ido mejor o peor, sólo hay que dejarse llevar por la corriente impetuosa de la vida guardando en el recuerdo lo mejor de los momentos vividos a plenitud.
💔 F I N 💔
Comentarios
Publicar un comentario