CUENTO 12. Los Niños de Marte. Capitulo 1°.

 CUENTO 12
LOS NIÑOS DE MARTE 
CAPÍTULO 1°


Nota de la Autora:  Cuento dedicado a mis tres nietos: Martín, Francys y Mateo, y a todos los niños que piensen que el Futuro de la Humanidad está en otros Planetas. 

🚀🌐🚀

El Planeta Tierra estaba en proceso de desocupación.  Se habían hecho varios viajes al Planeta Marte para preservar la humanidad después de la Hecatombe Nuclear.  Los Virus y las Guerras Nucleares habían hecho imposible respirar su aire y sembrar el suelo que un día fue fértil y dió alimento a tanta gente.

Cada continente de nuestro mundo escogió 10 niños para llevarlos a un viaje sin retorno al Planeta Marte, fueron escogidos 50 niños en total, los cuales fueron preparados para su viaje interestelar, éstos infantes eran huérfanos y no tenían familiares cercanos.  Allá en Marte estarían bajo la tutela de padres adoptivos que ya tenían algunos años experimentando la vida en ése Planeta.

Recibieron terapia individual y grupal ya que el viaje de aproximadamente 10 meses se hace bajo condiciones especiales y éstos niños tenían que viajar entrenados y preparados para hacer un viaje en óptimas condiciones.   

Viajarían al espacio escogidos entre cientos para viajar al Planeta Marte. Llevarían en su  ligero equipaje algunos recuerdos del Planeta Tierra ya que dejarían absolutamente todo y ya no volverían jamás.

Se hicieron los preparativos para la ignición de la nave espacial.  Como el viaje era demasiado largo,  los niños fueron inyectados con un potente somnífero que los mantendría dormidos en toda la travesía.  Irían dentro de unas cápsulas con suministro de suero y oxígeno que los mantendría alimentados con vida aletargada hasta su llegada a Marte.

El Planeta Marte ya había sido poblado poco a poco, se habían hecho algunos viajes espaciales llevando voluntarios que prepararían la llegada de nuevos habitantes.  La población había sido informada que llegarían infantes en pocos meses para empezar la formación de nuevas familias.  Aunque ya habían grupos familiares jóvenes que ya tenían sus propios bebés, quisieron incluir en éstas familias los niños  huérfanos que serían una nueva generación de relevo mientras crecían, se desarrollaban y se adaptaban los bebés y los niños que pronto llegarían.

Los habitantes de la nación naciente le habían puesto por nombre a su territorio "Celeste" en honor al color del techo del cielo que los cubría y que ahora significaba el techo de su nuevo hogar.  

Prepararon un gran evento de bienvenida para los niños, con muchas sorpresas y expectativas, ya que no sabían cómo reaccionarían ellos.  En la escasa población que sólo llegaba a los 300 habitantes había emoción y un poco de temor por la posible desadaptación inicial de los recién llegados al  tocar un nuevo Planeta con nuevas leyes naturales y físicas dentro de un sistema social incipiente que día a día iban poniendo en práctica de acuerdo con los cambios exigidos por las circunstancias  y por los resultados obtenidos en los pocos años de su Fundación.

Los niños terrícolas viajeros por fín llegaron a Celeste.  Los despertaron y los mantuvieron en cuarentena antes de presentarlos a la población.  Los pequeños salieron temerosos y curiosos al mismo tiempo, querían saber porqué lo llamaban el Planeta Rojo y conocer a la gente que había llegado primero y que ahora los recibirían como hijos adoptivos y como los conocerían desde su llegada: «Los Niños de Marte».

Hicieron las presentaciones pertinentes, les dieron un recorrido por la ciudad que ya tenía edificios, escuelas, teatros y casas para las familias fundadoras.  Les pareció todo nuevo, maravilloso y ahora entendieron porqué le decían «el Planeta Rojo».  Las montañas, colinas y el suelo tenían un extraño color cobrizo que contrastaba con las nubes blancas y el cielo azul.

El primer edificio que visitaron tenía el color del sol, de un amarillo intenso, era amplio y lleno de balcones con helechos que colgaban cual si se tratara de cascadas verde azuladas cayendo del cielo a las ventanas de todos los balcones.  El edificio tenía siete pisos y era el hogar comunitario donde vivirían los niños recién llegados con sus padres adoptivos. 

Estaba construido según los estándares familiares, con pequeñas habitaciones con techos ovalados, sus camitas eran literas para 3 niños con espacio necesario, equipado de  luz, estantes para libros y computadoras y un gran televisor satelital.

Los libros que habían traído del Planeta Tierra eran simbólicos, recuerdo de la vida literaria de los escritores que ya no existían y que ahora en éste nuevo mundo, con una nueva civilización nacerían nuevos escritores, pintores y artistas con un legado diferente.

CONTINUARÁ...👭

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