CUENTO 9. Cómo Sobreviví a 60 Mudanzas. Capítulo 5°.

 CUENTO  9
CÓMO SOBREVIVÍ A 60 MUDANZAS 
CAPÍTULO 5°




Inmediatamente los directivos de la Misión Sucre que imparte educación superior o universitaria me contactaron para que les "colaborara" como Profesora de Inglés para estudiantes de Técnicos Superiores de Turismo y más adelante a estudiantes de Administración, Informática, Ingeniería Civil y Técnicos Agrícolas y Pecuarios.

Nunca me suministraron ningún programa de estudio ni me dieron asesoramiento profesional, yo tuve que preparar mis programas y di lo mejor de mí en cuanto a conocimientos integrales, ya que habían estudiantes de la carrera de Administración  que en el sexto semestre de carrera no sabían ni sumar ni restar y menos multiplicar ni dividir; y aunque mis clases no incluían poner al alumnado al día en éstos fallos lo hice para continuar con el programa que había creado.

Los fallos de éstos alumnos venían de un sistema educativo deficiente e indulgente, donde van pasando al estudiante al siguiente nivel sin estar preparado y lo único que les interesa es graduarlos para tener estadísticas altas de asistencia y titulación.

Por dos años les "colaboré" y lo único que me gané fue un cartón de agradecimiento, mientras los colaboradores chavistas con carnet de la patria, recibían laptops y bonos que yo creo los recibían  inmerecidamente.

En este pueblito donde cifré mis esperanzas para quedarme a vivir mi vejéz tampoco encontré el oasis que yo esperaba para mi vida.  Me mudé 9 veces donde personas mezquinas, egoístas y ladronas me dejaron sólo con lo que tenía puesto y por sesentava y última mudanza hacía mis maletas hacia Barinas.

La decisión de mudarme a Barinas, mi antiguo hogar partió de mi frustración por mi enfermedad y mi mala situación económica.

Los precios de los alquileres subían exorbitadamente y yo no podía permitir que mi ex-esposo siguiera viviendo allí cómodamente, mientras yo por guardar distancia y confrontaciones lo había evitado por años, y pasé por situaciones lamentables mudándome continuamente.

Consideraba que tenía derecho a vivir en mi casa, la cual continúa en litigio por nuestro divorcio, pero él no quiso vender nunca para repartir el inmueble y tomar su camino cada quien como debe hacerse en un divorcio de gente civilizada.

Ésta última mudanza me ha resultado traumática y dolorosa.  En mi antiguo hogar encontré instalado al novio de mi hija como dueño de casa y por motivos de problemas familiares con mi hija, ella no estaba de acuerdo que yo me mudara allá nuevamente.

Pero el que tiene derechos y autoridad debe mandar y hacerse respetar y yo llegué preparada con toda mi artillería para enfrentarme a ella, mi ex-esposo y todo el que se atravesara.   Fue duro mantener mi estatus de dueña de casa y aunque me pesa que mi hija se haya mudado con su noviecito, fue justo y necesario porque querían doblegarme y pasar por encima de mi autoridad.

Ya llevo más de 4 años en ésta convivencia absurda, incómoda e infeliz, pero las circunstancias exigen resistir y continuar con la lucha.

He sobrevivido a 60 mudanzas y aún no sé si habrán más, sólo les aconsejo que si llegan a casarse no confíen que ese hogar los protegerá y será su cobijo durante toda su vida, es compartido y nunca sabes cuándo se disolverá ese matrimonio.  Lo ideal es invertir en una propiedad exclusiva e individual para así evitarse convivir con personas tóxicas que harán imposible tu vida.

Debido a éstas mudanzas he perdido año tras año bienes materiales que no me pesa porque éstos se vuelven a conseguir con el tiempo, lo realmente penoso es perder familia y amistades que nunca se volverán a recuperar, el cariño y el respeto no se compran en farmacia y cuando se pierden es para siempre.

Terminaré mi cuento con unos versos de mi inspiración, recordando y rememorando todas éstas experiencias que me dejaron amargas vivencias pero también la fuerza de voluntad para proseguir y no dejarme pisotear ni doblegar ante nadie.

"Soy como un caracol, 
con su casita a cuestas,
rodando y rodando sin cesar, calle abajo, calle arriba.

Protejo mi cuerpo 
con la dura coraza del valor,
protejo mi alma 
con mi férrea voluntad contra el dolor".


🔮F  I  N🔮

Comentarios

Entradas populares de este blog

CUENTO 4. Recuerdos de México lindo y querido. Capítulo 3°.

CUENTO 3. Los Yacimientos de Petróleo. Capítulo 1.

CUENTO 9. Cómo Sobreviví a 60 Mudanzas. Capítulo 3°.